jueves, 23 de marzo de 2017

IVO FARFAN MARCO UN HITO EN LA TRANSCENDENCIA DE LOS HOMENAJES AL MAESTRO ANTONIO LAURO

El Maestro Ivo Farfan, no solo ha sido el Padre del Orino Jazz Festival, tambien fue el precursor de los Encuentros Musicales en homenaje al Maestro Antonio Lauro en la decada de los años  80- 90, siempre versatil  e inquieto por preservar la memoria histórica de insignes valuartes de la musicalidad contemporanea, ademas de su preocupacion de formar y conducir a sus estudiantes hacia el camino del exito y el emprendimiento, sin olvidar sus raices, sus principios etico morales, y sobre todo el reconocimiento sin mezquindades de las virtudes de todos y todas respetando las cualidades y potencialidades artisticas del talento vivo guayanes, pulverizando el envanecimiento, los egos y las creencias de superioridad y descalificacion hacia  sus semejantes.  

Al Cesar lo que es del Cesar Ivo Farfan en la  historia Guayanesa..
Es por ello que el Maestro Ivo Farfan, se sintió desde muy temprana edad, inspirado e identificado con el Guayanes Antonio Lauro, el cual  fue un insigne guayanes, nació en el año de 1917 en Ciudad Bolívar (Angostura-Venezuela) - m. 1986 en Caracas Antonio compositor y guitarrista venezolanos en el orbe mundial.. El  hijo de Antonio Lauro Ventura y de Armida Cutrero. Sus inicios en la música los encuentra en el seno de su familia. Su padre fue la figura determinante en su elección en la carrera de músico. La temprana muerte del padre hace que la familia Lauro se traslade a Caracas, capital de Venezuela, al lado de los abuelos maternos. En esta ciudad siente la pasión de la música y la necesidad de emprender estudios serios. En 1931 se inscribe en la Escuela de Música y Declamación. En ese establecimiento estudiará piano durante tres años con el profesor Salvador Llamozas. La llegada del guitarrista paraguayo Agustín Barrios Mangoré hace que cambie el piano por la guitarra y se inscriba en la cátedra de Guitarra clásica que abre el guitarrista Raúl Borges. Estudiará cinco años consecutivos a partir de 1934.

         El  interés del maestro Ivo Farfan  por la música popular lo identifica con Lauro como una pasión y enardecida. Antonio Lauro  creo el cuarteto de guitarras popular "Los Cantores del Trópico", junto a sus amigos Eduardo Serrano, Manuel Enrique Pérez Díaz y Marco Tulio Maristani. Los arreglos de voces y de guitarra estarán a cargo de Antonio Lauro, quién fungirá también como director del conjunto. Con este grupo recorrerán buena parte de América Latina a principio de la década de los cuarenta. Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina son los países visitados y en los que obtienen un fuerte y entusiasta reconocimiento por la calidad musical de este grupo de música popular. Son tantod aspectos que decir del maestro Lauro, preferiblemente resulta certero, escuchar la vida del Maestro Lauro de la boca del Maestro Ivo Farfan. ¿Quien mas que el fundador de estos encuentros en Ciudad Bolívar  para hablar de Lauro?.

Ivo Farfan hoy y siempre visibilizando de forma permanente a los artistas guayaneses, sin mezquindades ...

martes, 21 de marzo de 2017

IVO FARFAN ES NOMBRADO MAESTRO HONORARIO POR PARTE DE LA UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL DE LAS ARTES


Hoy, Martes 21 de Marzo de 2017 fue nombrado mediante decisión de Consejo Directivo de la Universidad Experimental de las Artes UNEARTE-CARACAS, el Maestro de Maestros Ivo Farfan, un hombre de luchas, intachable, con temple de acero, ha logrado vencer adversidades en medio de las situaciones mas difíciles de su existencia, el Padre del Orinoco Jazz Festival, alza el vuelo como el Ave Fenix, y remonta las riberas del Orinoco con fuerza con dignidad y rodeado de sus discípulos que velaran por que el mismo se encuentre bien y se levante como un pilar, hay mucho camino de recorrer , metas trazadas y sueños que cumplir... Palante Maestro Ivo, rumbo a la consolidacion del  Festival Internacional de Jazz en el Orinoco 2017!!

jueves, 16 de marzo de 2017

Comisiones del Orinoco Jazz Festival




El Orinoco Jazz Festival 2017, se ha convertido en el norte de algunos valerosos guayaneses, que han emprendido este año con mucha fuerza espiritual esta noble misión, por lo tanto, los elementos organizativos y funcionales marcaran sin duda alguna una significación importante, la prosperidad, el amor, la constancia y la disciplina serán claves para avanzar en esta oportunidad que nos brinda la vida, ya que todos los miembros de de esta causa se han fortalecido, asumiendo con la corresponsabilidad de Estado debida, ademas de la conciencia y compromiso de hacer que el Orinoco Jazz Festival 2017 este a la altura de Ciudad Bolívar, la cual se merece todo, merece mas amor, mas dedicación, mas entrega erradicando la mezquindad y el egoísmo decidioso y reinante, abordemos la ciudad con una actitud y aptitud diferente, por  que ella se lo merece, y quien mas que sus hijos bolivarenses para emprender y promover campañas de valoración a la misma?. Estamos vivos, estamos aqui por y para Ciudad Bolívar.

Ivo  Farfan
Presidente Vitalicio
Gerencia General del Orinoco Jazz Festival


Maiker Garcia y Elvis Rambert
Comisión de Dirección  Musical

(Aspectos artísticos de esta Comisión)  
Jorge Martinez, Fernando Millan,  y Oswaldo Ponce)

(Aspectos Técnicos de esta Comisión)
Jairo Rodriguez 

Musicos de Planta 
Mayker Garcia -Bajo-
Elvis Rambert - bateria
Juan Guevara- percusión
Jesus Torres - teclados

Mauro Tamburini y Raimundo Bulnes
Comisión de Edición y Publicación
de Revistas, Programas, Volantes y Afiches

Mineyomar Romero y Maria de los Angeles Farfan
Comisión de Vinculación Institucional

Esteban Montes 
Comisión de Transporte Logística y Protocolo

Joshua Aleman
Comision de Promocion y Divulgacion  Region Capital

lunes, 13 de marzo de 2017

Orinoco Jazz Festival Mision y Vision Institucional

La Misión  de nuestro Festival Internacional  Jazz en el Orinoco radica en promover y difundir el genero del jazz popular venezolano  como parte de las artes escénicas músicas con proyección  local , regional ,nacional e internacional, en la salas y espacios concertados, para favorecer la integración y valoración de la cultura local y en particular los modos de adquisición y transmisión del conocimiento de las áreas artísticas.

La Visión : Busca que la organización del festival sea la mas pionera y vanguardista en la historia de los Festivales de Jazz desarrollados en Venezuela reuniendo la caterva de músicos locales, regionales, nacionales e internacionales con los atributos típicos de este genero, dándole connotaciones propias de nuestra Región Guayanesa.

 "Orinoco Jazz Festival con
 acervo popular angostureño"


Objetivos del Festival Internacional Jazz en el Orinoco:

Desarrollar el  género del Jazz  desde la perspectiva del  acervo popular venezolano y Latinoamericano

Objetivos Específicos

  • Impulsar encuentros musicales incentivadores para el género popular y jazzístico de Venezuela
  • Sistematizar  ideas y conceptos musicales del  género popular y jazzístico con elementos propios de la región guayanesa a fin de lograr su proyección con fines turísticos
  • Promover el talento vivo de la región guayanesa en aras de fortalecer el movimiento popular y jazzistico en Ciudad Bolívar.

    La consolidación e impulso del Festival Internacional jazz en el Orinoco,  tiene como norte promover a todos los talentos de la Región Guayanesa en el género popular y jazzístico, el evento contara con un previo de antesala de formación académica en los diferentes estilos de manejo de la instrumentación que utiliza el Jazz, así como las nuevas tendencia venezolanas que han emergido, dándole una connotación muy propia a este género. Por otro lado la programación pretende visibilizar a los diferentes músicos jóvenes de la Ciudad.


     El Festival Internacional Jazz en el Orinoco, no cuenta con la proyección nacional debida, siendo el Festival de Jazz más antiguo en Venezuela, por lo tanto los discípulos del maestro Ivo Farfán (creador del  Festival ) para este  2017 se han propuesto junto al mismo como desafío reimpulsar al mismo mejorando su ámbito de acción en la sociedad y el estado.-





lunes, 27 de febrero de 2017

Espacios. Vol. 35 (Nº 1-Especial) Año 2014. Pág. 5 Valorización patrimonial para el desarrollo de una oferta turística en Ciudad Bolívar


Espacios. Vol. 35 (Nº 1-Especial) Año 2014. Pág. 5 

Valuing heritage for the development of tourism offer in Ciudad Bolivar


Marisa COVA 1


Este trabajo contó, entre otros, con el apoyo de ECOS-Nord-FONACIT y del Laboratorio de Innovación y Aprendizaje (LIA). Es uno de los resultados del Proyecto: “Petróleo, tejido productivo y turismo en la cuenca del río Orinoco ¿qué opciones para un desarrollo sustentable de los territorios?” y del Proyecto LOCTI: “Tejido Productivo y Turismo en Venezuela: Innovación y Desarrollo Sustentable”. 


Contenido 

RESUMEN:Este documento analiza las posibilidades de diversificación de la oferta turística en el Centro Histórico de Ciudad Bolívar a partir de la incorporación de los bienes culturales inmateriales, dada su condición de Patrimonio Histórico de la Nación, se estudian los elementos que pueden ser susceptibles de incorporar y cómo. Finalmente se identifican las dificultades que pueden presentarse en el proceso de valoración turística.
Palabras claves: Oferta Turística, Patrimonio, Valorización, Ciudad Bolívar. 

ABSTRACT:This paper analyzes the possibilities of diversification of tourism in the historic center of Ciudad Bolivar. Regarding the incorporation of intangible cultural property and its status as a National Historic Heritage, we explore the elements that may be susceptible to incorporate and how. The study identifies the difficulties that may arise in the process.
Keywords: Tourism, Heritage, Valorization 

1. Introducción

El Coloquio sobre la Conservación de los Centros Históricos ante el Crecimiento de las Ciudades Contemporáneas, celebrado en Quito del 7 al 11 de marzo de 1977, define a los centros históricos como:“Todos aquellos asentamientos humanos vivos, fuertemente condicionados por una estructura física proveniente del pasado, reconocibles como representativos de la evolución e identidad de un pueblo”. Sadahay (2004) habla de ellos como el ADN de las ciudades que en tiempos de globalización guardan la marca anónima y universal de la ciudad; en Latinoamérica todos fueron fundados guardando relación al diseño de damero impuesto desde la colonia española pero ninguno es igual al otro, su memoria es individual y su transformación ha sido el reflejo de procesos particulares (Carrión 2004, Martínez 2001, De la Calle).

La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (UNESCO, 1972) considera a los conjuntos históricos a “aquellos grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad o integración en el paisaje les dé un valor excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia”. Los centros históricos han representado el espacio público de relación y encuentro, donde la población históricamente ha socializado, se ha informado y expresado cívica y colectivamente (Carrión, 2001) y, gracias a la incorporación de la actividad turística se ha destacado el enfoque de centros vivos, espacios urbanos manejados en un contexto de integralidad, equidad, participación y sustentabilidad. Muchas de las ciudades históricas en Latinoamérica a través de sus cascos o centros históricos aprovechados turísticamente están diversificando su economía, el turismo es percibido como una nueva fuente de ingresos que puede devolver al centro histórico el esplendor económico de tiempos pasados (De la Calle 2002, Carrión 2004, Sadahay 2004,Malca 2004); Quito, Morelia, Málaga, Salvador de Bahía están construyendo una oferta turística en torno a su patrimonio cultural y están dando los primeros pasos para su manejo en términos sostenibilidad ambiental, que permita evitar situaciones de saturación y deterioro ambiental irreversible.

La dimensión patrimonial es muy frágil, una presencia excesiva de visitantes puede favorecer el deterioro físico de los inmuebles y sobre todo incidir negativamente en la dimensión simbólica y funcional (De la Calle, 2002:17). La Organización Mundial del Turismo (OMT) y la UNESCO han sido enfáticas en afirmar la importancia de crear una conciencia colectiva sobre la importancia de armonizar el turismo y el patrimonio bajo los términos de las sostenibilidad, es decir viable económicamente, soportable ecológicamente y equitativo desde la perspectiva ética y social, Carta del Turismo Sostenible (1995).

El turismo en un determinado espacio urbano por un lado participa su valorización y desarrollo y por el otro mal manejado se transforma en una amenaza para la salvaguarda, vitalidad e identidad cultural, por esto la tendencia en las ciudades históricas y sobre todo en el manejo de sus centros históricos es hacia una apuesta multidimensional de su tratamiento, alejándose de la óptica monumentalista de los 60 y 70 e incorporando elementos que permitan el desarrollo local bajo una visión de desarrollo sostenible.

El caso que nos ocupa, el Centro Histórico de Ciudad Bolívar (antigua Angostura) declarado monumento nacional en 1978 posee como pocos en Venezuela un acervo histórico cultural muy importante, primero su asentamiento es el resultado de un largo y doloroso proceso fundacional (1598, 1632, 1638,1642 y 1764-65), algunos historiadores la llaman la ciudad seis veces fundada, Hildelisa Cabello en su obra LaHistórica Mudanza de Santo Tomé de Guayana a Nueva Guayana, Angostura del Orinoco la divide en tres etapas(Cabello, 2013:67):





“la primera etapa: fundación de Santo tomé de Guayana en 1595 por el capitán Antonio de Berrío; la segunda etapa se caracteriza por la vulnerabilidad, saqueos e indefensión, obligada a reconstruirse y mudarse cuatro veces, en 1598 por Fernando de Berrío en la margen oeste del río Caroní, luego en 1632 por Luis de Monsalve; en 1638 por Diego López de Escobar; y 1642 por Martín de Mendoza de la Hoz y Berrío; y la tercera etapa donde se ejecuta la mudanza de Santo tomé de Guayana, al sitio de Angostura, finalizando la época de inestabilidad física”.

Sumadas a estas primeras características históricas, tenemos las características geográficas e históricas posteriores a los años de fundación y resumidas en el documento Postulación de Ciudad Bolívar como Patrimonio Cultural Mundial en el año 2002, presentado ante la UNESCO solicitando su inscripción en la lista indicativa de patrimonio mundial, tales como su ubicación en la formación de Imataca, complejo rocoso de más de 3.400 millones de años, lo que la hacen la formación geológica más antigua del planeta; posee características geográficas únicas e irrepetibles en toda la cuenca del río Orinoco, como afloramientos rocosos ubicados a ambos márgenes del río, ejemplo más emblemático y símbolo de referencia con respecto al río de la ciudad la formación conocida como piedra del medio (hidrómetro empírico natural), es un reservorio natural que cobija una gran biodiversidad característica de la cuenca del río Orinoco, su patrón de asentamiento es típico de la colonia española pero adaptado a los accidentes geográficos de la zona, conjuga estilos arquitectónicos español y anglo-franco antillano y comprobadamente tuvo un papel muy importante en la guerra de independencia, algunas de sus edificaciones y plazas fueron protagonistas de hechos de gran valor histórico para Venezuela como por ejemplo la Casa Congreso de Angostura , asiento del Segundo Congreso Republicano de Venezuela y en donde Simón Bolívar pronunció el Discurso de Angostura el 15 de febrero de 1819 y la Plaza Bolívar, lugar donde fue ejecutado el General Manuel Piar (1817) .

Tenemos entonces un centro histórico con características muy particulares, con un valor histórico que supera lo local y que puede ser revalorizado a través del aprovechamiento turístico, resaltando no sólo la dimensión física de sus edificaciones sino además el conjunto de elementos que forman su patrimonio inmaterial.

Américo Fernández (2013), cronista de la ciudad nos ofrece una descripción interesante de la morfología de la ciudad en su publicación en línea “El casco histórico, centro urbano fundacional de Ciudad Bolívar”, corroborada luego en la entrevista realizada para escribir este artículo, él nos habla de la morfología de la ciudad dividida en tres áreas bien diferenciadas: la plana desarrollada en la retícula de la Colonia sobre las calles Venezuela y Orinoco. Esta última con edificaciones de galerías de evidente influencia antillana con pórticos de dos niveles (ver figura 1); el área residencial consolidada sobre el “Cerro El Vigía”, con edificaciones de azotea y fuerte influencia española (ver figura 2) y, finalmente, El Zanjón, área natural de más de 5 hectáreas, con formaciones rocosas espectaculares (ver figura 3).

Para Fernández con el devenir de los años, con las adaptaciones y modificaciones experimentadas primero en los años del guzmancismo 1, la tipología colonial esta escasamente presente, sino un estilo propio llamado por algunos urbanistas “angostureño”.


En los últimos 37 años, tomando como referencia la Gaceta Oficial n° 31.017 del 7 de julio de 1978, en donde se declara monumento nacional al Cuadrilátero Histórico de Ciudad Bolívar y la posterior publicación de la Ordenanza de manejo y su reglamento han sucedido muchas irregularidades, un incremento de la tugurización, dificultad de circulación de los transeúntes por las aceras, plazas y sitios abiertos de la ciudad en consideración al hecho de que los buhoneros ocupan permanentemente estos espacios; el incremento de la delincuencia en estas áreas, pérdida de vitalidad residencial, pérdida de las tradiciones y costumbres que eran mantenidas por las familias residentes.

A la par que las intervenciones morfológicas sucedidas en el centro histórico, también están las tradiciones y costumbres dejadas a un lado debido al desplazamiento de la población local. La riqueza de los testimonios orales en el centro histórico es variada, cuentos, cantos, leyendas que se transmitieron de generación y generación y que contribuían a la identidad angostureña; en él se atesoran los mayores valores simbólicos, históricos y culturales de la ciudad.

Desde este punto de vista, del patrimonio inmaterial presente en el centro histórico de Ciudad Bolívar trataremos de esbozar algunas ideas para su incorporación y aprovechamiento turístico para lograr recuperar y mantener su memoria. Para ello revisamos el Catalogo del Patrimonio Cultural Venezolano del Municipio Heres años 2004-2005 publicado por el Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela, elInventario del Patrimonio Turístico del Estado Bolívar realizado por la Corporación de Turismo del estado Bolívar en el año 2006; además de establecer quién es quién es la protección, preservación y difusión del patrimonio inmaterial.
2. Turismo, patrimonio inmaterial y desarrollo sostenible.

Dentro de las nuevas corrientes de interpretación de los centros históricos, Carrión (2000) nos presenta tres categorías: lo espacial, lo temporal y lo patrimonial, para este autor lo patrimonial es la categoría que permite integrar el territorio (espacio) y la historia (tiempo). Establece la relación entre ellos:





“El centro es concebido como un lugar o escenario, y en la relación con lo histórico –por la concepción espacial subyacente– es la parte determinante, es la que define el atributo de la centralidad histórica. De esta manera, son los valores arquitectónicos y, por extensión, urbanos, los que configuran los atributos de la 'centralidad”.

En cuanto a la temporalidad hace mención a la propiedad de los centros históricos de ser referencia simultánea entre lo moderno y lo antiguo. Lo antiguo y lo moderno no tienen que ser conceptos excluyentes y, mucho menos, contradictorios. Lo antiguo es generador de lo moderno y lo moderno es una forma de conferir existencia a lo antiguo (Carrión, 2000). Por último, la categoría patrimonial, plantea que es necesario entender lo patrimonial desde una doble definición:





“Hay que entender al centro histórico como una relación social compleja y particular donde los sujetos patrimoniales definen el ámbito específico de la conflictividad (la heredad) y el mecanismo de transferencia generacional (sustentabilidad)”.

Finaliza llamando la atención sobre la importancia de sumar historia a los centros históricos para transformarlos en centros vivos, introduciendo los conceptos de las identidades, los cambios culturales, los imaginarios, la diversidad, la hibridación, entre otros; y la profesionalización de la historia.

La Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (2005) reconoce como patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. El patrimonio cultural inmaterial contribuye a la diversidad cultural, y son los mismos pueblos quienes le recrean constantemente en función a su entorno, además de una función utilitaria tienen una función simbólica.

En la legislación venezolana, específicamente en la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, el artículo 6, parágrafo 7 menciona entre los bienes que constituyen el patrimonio cultural al patrimonio vivo del país, sus costumbres, sus tradiciones culturales, sus vivencias, sus manifestaciones musicales, su folklore, su lengua, sus ritos, sus creencias y su ser nacional;

Los bienes culturales inmateriales juegan un importante papel en la construcción de la idea de pertenencia, identidad y participación de los grupos humanos y sociedades en el pasado y en la actualidad (Domínguez, 2010).También en muchas ocasiones dotan de sentido a las plazas, edificaciones, iglesias y al centro histórico en sí, sin ellos estamos en presencia de un cascarón vacío, por ejemplo las tradiciones religiosas enraizadas en la vida de muchas ciudades históricas, como la procesión del Nazareno el miércoles de Semana Santa que toma como escenario durante algunas horas las calles del centro histórico. Otro ejemplo aún palpable gracias a la labor de la Fundación Para-Para la tradición cada 24 de junio de la celebración de los Caballitos de San Juan, en donde recorren las calles del centro histórico buscando a los juanes y juanas para finalizar el recorrido en la plaza Miranda.

Bienes culturales como los mencionados anteriormente pueden diversificar el producto turístico del centro histórico de Ciudad Bolívar, muchos autores reconocen como factor primordial que en ocasiones la combinación de atractivos aumenta la atracción por un lugar en especial como destino turístico; de esta manera al incorporar también los bienes culturales autóctonos en función del turismo se logra, diversificar la oferta turística y en consecuencia se produce una mayor afluencia de visitantes (Lunar, 2011). Ahora bien, cómo diversificar el producto turístico sin colocar en peligro las expresiones culturales, que no se convierta en “una venta indiscriminada de cultura” (Aguirre, 2007), sino que se busque integrar a la población residente en el “legado vivo” de la historia (Pelegrini, 2010).

La Carta del Turismo Sostenible (1995) propone entre otros aspectos considerar los efectos que el turismo puede tener sobre el patrimonio cultural, actividades y dinámicas tradicionales de la comunidad local, además que tomar en cuenta la contribución activa del turismo al desarrollo sostenible reconoce necesariamente la presencia de valores como la solidaridad, el respeto mutuo y la participación de todos los actores implicados en el proceso, tanto públicos como privados.

En cuanto a las cartas y documentos, las Normas de Quito adoptadas en 1967 tuvieron una influencia importante en los instrumentos normativos que regulan el patrimonio cultural en los países de la región, en cuanto a la consideración del patrimonio cultural como un recurso económico vinculado con el turismo y es así como en algunas legislaciones se incorpora el término recurso para referirse al patrimonio cultural y natural. Posteriormente en la Carta Internacional de Turismo Cultural (1999) del ICOMOS se considera el turismo como una fuerza positiva para la conservación de la naturaleza y de la cultura, que si se gestiona adecuadamente debe aportar beneficios a la comunidad y proporcionar medios y motivaciones para conservar el patrimonio.

En este sentido, el turismo sostenible debe garantizar a la comunidad anfitriona un acceso pleno y uso óptimo a los recursos ambientales, principales recursos turísticos, respetando y protegiendo sus procesos ecológicos y ayudando a conservar la diversidad biológica; respeto a la autenticidad sociocultural, conservando y protegiendo su patrimonio material e inmaterial, y asegurar la viabilidad económica a largo plazo para todos los actores de la comunidad anfitriona, contribuyendo a la eliminación de la pobreza. En segundo lugar, debe reporta un alto grado de satisfacción a los turistas a través de una experiencia significativa que fomente en ellos las practicas turísticas sostenibles (OMT, 2004); Malca (2004) propone concebir dentro de la ciudad espacios urbanos que propicien el desarrollo sostenible, utilizando la identidad cultural como el germen del desarrollo local. La sostenibilidad está relaciona con el logro de modelos turísticos respetuosos con el patrimonio cultural así como preocupados por las nuevas demandas de accesibilidad y movilidad.

Las cartas patrimoniales dedicadas al turismo cultural aseguran que el turismo cultural bien planificado a través de estrategias saludables para la preservación de monumentos y el rescate y conservación de los bienes culturales inmateriales ha dado como resultado el rescate y revalorización de centros históricos en varios países del mundo. La cultura inmaterial en su dimensión urbana, manifestada en rutas turísticas, gastronomía y artesanía, los mercados, fiestas populares y grandes celebraciones religiosas (De la Calle, 2002) puede generar nuevas fuentes de empleo, puede poner en valor los espacios patrimoniales sin uso turístico para alargar la presencia de los turistas en la ciudad y en última instancia puede mejorar la participación colectiva de la ciudadanía.
3. Construir la oferta turística con elementos de la identidad local.

El patrimonio cultural constituye una representación simbólica de la identidad, una expresión de los distintos “nosotros del nosotros” (De la Calle, 2002:160), es un elemento vinculado a la herencia, a la transmisión de conocimientos, tradiciones, ritos, costumbres de generación en generación. Desempeña un rol fundamental en la construcción de identidades, para algunos autores está referido más al pasado que al presente (Amodio, 1999) para otros (De la Calle, 2005; Carrión, 2004; Troncoso, 2005; Pratts, 2003) el patrimonio está en constante revisión y transformación, no es solo lo que se hereda, sino también lo que está en el presente y que en algún momento pasara a ser pasado; no es estático sino un legado en constante reformulación.

La UNESCO en los últimos años ha reconocido la importancia del patrimonio cultural inmaterial como motor de la diversidad cultural, su naturaleza de originalidad y exclusividad le viene dada porque son propios de la zona, son auténticos, representan para el turista una oportunidad única e irrenunciable de vivir nuevas experiencias, de nuevos conocimientos y pueden convertirse en reforzadores de la oferta cultural.

Pero no todas las manifestaciones de patrimonio son susceptibles de ser aprovechadas turísticamente, sólo unas pocas bastan para construir una oferta turística coherente y representativa de un territorio. Existen factores que permiten identificar las cualidades de un determinado elemento pueda convertirse en un referente de atracción turística, primero que refleje sin lugar a dudas la identidad de ese territorio. La identidad turística de un territorio es el resultado de una abstracción, de la combinación de dos elementos:

- los atractivos y valores que definen a un territorio

- y la imagen que se quiere proyectar y con la cual se quiere ser identificado.

En el caso de Ciudad Bolívar, ya es identificada en la oferta turística del estado como ciudad histórica-cultural, haciendo referencia a los bienes inmuebles, casas y museos presentes en su centro histórico, pero no existen ofertas para un adecuado turismo cultural. Esas edificaciones son utilizadas mayormente para funciones político-administrativas cuando muy bien desde ellas podrían transformarse en centros de dinamización cultural a través de programación de actividades periódicas o temporales para darle un mayor nivel de uso al patrimonio inmueble. De la revisión del Catalogo del Patrimonio Cultural Venezolano del Municipio Heres y el Inventario del Patrimonio Turístico del Estado Bolívar se concluye que los principales elementos del patrimonio cultural inmaterial susceptibles de estudio para ser incorporados a la oferta turística son:

1.- Tradición Oral: Fantasma de la enfermera del Orinoco, superstición de las tres caídas, leyenda del monstruo del Orinoco o de las siete cabezas, leyenda de la zapoara, leyenda del Fortín el Zamuro, fantasma del sacerdote que visitó al General Piar antes de ser fusilado, fantasma de la indígena de la Casa Doce Ventanas.

2.- Acontecimientos Programados: el velorio de Cruz de Mayo, la feria del Orinoco (antiguamente llamada feria de la sapoara), procesión del Nazareno en Semana Santa, aniversario del Congreso de Angostura el 15 de febrero, los Caballitos de San Juan.

3.- Gastronomía: la preparación bien sea frita, guisada o en sancocho de los peces sapoara, lau-lau, boca chico y morocoto. Igualmente la preparación de dulces típicos en base a la semilla de merey, árbol característico de la zona., como por ejemplo mazapán, merey pasao o merey en almíbar.

4.- Música: la tradición musical es extensa los bailes como la burriquita, sebucán, el calipso y el paloteo, la guasa guayanesa, especie de fusión de calipso con merengue venezolano (Mendoza, 2004); comparsas o pájaros de carnaval como la garza paleta, el valentón, un sapo, viajera del río.

Proponemos tres categorías para planificar las actividades dentro del centro histórico:

a. Oferta permanente: organizar actividades permanentes de disposición al público en aquellos inmuebles de mayor significación histórica y patrimonial que serían la espina dorsal de la oferta cultural, con visitas guiadas, exposiciones, representaciones teatrales de los hechos históricos acontecidos en ellas. Por ejemplo, la Casa Congreso de Angostura, Casa Prisión de Piar, Casa San Isidro, Museo del Correo del Orinoco.

b. Oferta periódica: eventos realizados en forma periódica, en general una o dos veces al año pero siempre en las mismas fechas como por ejemplo para la época de Semana Santa la representación teatral de la Pasión de Cristo, aprovechando los escenarios naturales del río Orinoco, conocida como el Cristo del Orinoco; la Feria del Orinoco realizada años tras año durante el mes de agosto, de gran significación para los habitantes de la ciudad pues es la época del año donde el río se encuentra en su punto más alto y trae consigo la emblemática sapoara, pez de gran tradición culinaria y de significación patrimonial, famosa a nivel nacional la historia de que aquel hombre que se coma la cabeza de la sapoara se casara con alguna mujer de la zona y se quedará a vivir allí. El festival de jazz del Orinoco,los caballitos de San Juan,festividades de Nuestra Señora de las Nieves, patrona de la ciudaden la Catedral Metropolitana.

c. Oferta esporádica: iniciativas puntuales que carecen de periodicidad pero que pueden complementar la oferta permanente y periódica y de acuerdo a su envergadura pueden ser capaces de atraer un número importante de visitantes, ejemplos en los últimos años los eventos deportivos como la Copa América y losjuegos nacionales juveniles,otro tipo de eventos como la organización de exposiciones, conciertos.

Crear las condiciones para estructurar la oferta cultural sobre todo la permanente y periódica implica un esfuerzo combinado de las instituciones que tienen bajo su cargo las casas museo, de los gestores culturales locales y de los operados turísticos. Implica la transformación previa de la historia en patrimonio y la incorporación del patrimonio inmaterial como elemento de atractivo turístico.

Dentro de la tarea de crear la identidad turística es importante el rescate e incorporación de las tradiciones orales como elemento que fomenta la identidad local, mitos leyendas, música y gastronomía fortalecen la imagen de un destino. En el caso de Ciudad Bolívar y sobre todo del centro histórico la variedad y cantidad de mitos, leyendas, supersticiones, música y recetas con ingredientes locales es representativa.

De los primeros tenemos que el río Orinoco, no sólo es patrimonio natural de la Ciudad, sino contenedor de muchos mitos y leyendas, en sus aguas frente al Centro Histórico se halla la piedra del medio, formación rocosa que se encuentra entre Ciudad Bolívar y la población de Soledad en la margen izquierda del río, bautizada por Humboldt como “el Orinocometro” pues siempre ha sido utilizada por los habitantes de la ciudad como punto referencial con respecto a las fluctuaciones del caudal del río, sus aguas así como han servido de principal fuente de sustento de agua potable para el Centro Histórico y gran parte de la ciudad, también han generado muchas historias transmitidas oralmente de generación en generación.

Valga sólo como ejemplo “el de la serpiente de siete cabezas”. Cuenta el mito que debajo de la Piedra del medio existen galerías que se desparraman por toda la ciudad y que en ellas habita una serpiente de siete cabezas. El último “avistamiento” del monstruo fue en 1988, año en el cual una multitud de bolivarenses, con lámparas y cámaras, lograron fotografiar en la noche varias sombras de las supuestas cabezas de la serpiente. Las imágenes adornaron las primeras páginas de los diarios locales de ese año.

El cronista de la ciudad, Américo Fernández afirma que este mito tiene sus inicios pocos años antes de 1764, fecha en que fue definitivamente mudada Santo Tomé de Guayana a la parte más angosta del río. Según Fernandez quienes inician la leyenda son los indígenas traídos de la Misiones del Caroní para ayudar al nuevo establecimiento de la ciudad, y desde su cosmovisión dieron una explicación a las continuas fluctuaciones en el nivel del río. Para los indígenas el arremolinamiento de aguas frente a la piedra del medio se debía a la presencia de una bestia enorme que succionaba grandes cantidades de agua y posteriormente las expulsaba. El mito adquirió tanta fuerza local que, desde los inicios como una bestia enorme sin mayores descripciones físicas a lo que hoy conocemos como “la serpiente de siete cabezas”, ha sufrido incontables transformaciones, siempre al rito de la historia y de la evolución de la ciudad. Hoy todavía se discute y hay quienes se plantean la necesidad de dar esclarecimientos a situaciones “no claras para todos” como un accidente de la chalana La Múcura ocurrido en 1955, hundida precisamente en la zona de arremolinamientos de la Piedra del Medio.

En conclusión, la transformación de Santo Tomé de Guayana en la Angostura del Orinoco en la Ciudad Bolívar que conocemos hoy está acompañada de una extraordinaria cantidad de mitos que también son parte viva del patrimonio. Para Ramírez (2007):





“El mito viene a cumplir una función dentro de la ciudad –o por lo menos dentro de los habitantes del casco histórico-; es una función de carácter inconsciente, puesto que sus habitantes no se han puesto de acuerdo por qué creen en eso. Es una función explicativa de fenómenos naturales, de desaparición misteriosa de bañistas, pescadores, curiaras y del excesivo flujo del río en temporadas de lluvia. La presencia inconsciente de esta función está reflejada en el día a día de los habitantes del casco central; su trabajo (la pesca), sus cuentos y relatos de camino, giran en torno a la Piedra del Medio, al Orinoco y sobre todo en sus “encantos”. Es aquí que para los ribereños se convierte en un hecho el poder de la serpiente sobre los otros “encantos” del río; y este poder es atribuido por la fuerza sobrenatural que tiene este extraño ser sobre la existencia de la ciudad.”

Por otra parte, está la gastronomía local, mayormente ligada a las especies extraídas del río Orinoco; la sapoara, el bocachico, el morocoto y el lau-lau. La sapoara es el más emblemático de la zona, en endémico de los municipios Sucre y Heres y su pesca se realiza con atarraya, sólo es posible una vez al año los meses de julio y agosto, su captura frente al malecón del río Orinoco de por sí es un espectáculo para los locales y turistas; ha servido como fuente de inspiración para leyendas con trascendencia nacional, cancines populares, poesía costumbrista e infinidad de anécdotas.

En cuanto a la música, las diversiones son manifestaciones tradicionales mayormente anónimas, enseñadas de generación en generación, con un carácter eminentemente popular, es decir practicadas desde que se tiene conocimiento de ellas por pescadores, artesanos, obrera y campesinos. Revelan las estructuras de la vida económica, social y política de la sociedad, expresan la vida cotidiana de sus portadores a través de canciones sobre alegrias, pérdidas humanas o acontecimientos de la comunidad (Mendoza, 2004). Se reconoce a Manuel Yánez 2 como el gran exponente de la región.

Como podemos apreciar, las posibilidades de aprovechar turísticamente el patrimonio intangible angostureño son muchas, la UNESCO hace un llamado a diversificar la oferta de las ciudades, ya no se habla sólo de ciudades históricas sino también de “ciudades creativas”: ciudades literarias, musicales, artesanales, gastronómicas, de cine, de diseño,ciudades que han diversificado su vocación tratando ante todo de identificar las convergencias que la cultura, el turismo y el desarrollo socioeconómico sostenible pueden aportar a la promoción de la diversidad cultural y al respeto de la paz social ( Del Corral,2004); la materia prima o como lo llama Carrión (2000) el “pool” patrimonial está presente, identificar las iniciativas necesarias para que esto suceda es la tarea.

Para finalizar, sobre la base de lo expuesto en este documento concluimos que: 
Los bienes culturales inmateriales mencionados anteriormente presentan características aptas para su incorporación al producto turístico, su puesta en valor diversificaría la economía de la comunidad local. 
Las manifestaciones orales y acontecimientos programados sí son representativos de la cultura angostureña, requieren de campañas de rescate de esas tradiciones, que permitan valorizarlas y promocionarlas. 
La forma como se utilizan los bienes culturales inmateriales no permite la apropiación por parte de las nuevas generaciones ni de los turistas. 
Se observa una ausencia de interconexión entre los bienes culturales inmuebles y los bienes culturales inmateriales, esto puede modificarse a través del enriquecimiento de los recorridos y rutas existentes con la incorporación de la tradición oral. 
Los acontecimientos que comunmente de programan no se aprovechan adecuadamente en favor de la identidad local, ni favorecen el desarrollo del turismo. 
Notas:

1 Período de gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Militar y político venezolano que gobernó el país a lo largo de tres mandatos entre 1870 y 1888. Representante emblemático del caudillismo americano, implemento medidas para conducir a Venezuela a un moderno estado nacional.

2 Músico y compositor venezolano nativo de Ciudad Bolívar, llegó a realizar unas 150 composiciones, entre merengues criollos, valses, pasos dobles, boleros, salsas, canciones patrióticas, joropos, guarachas, entre otras, destacando dos de sus composiciones "Pescador" (Pasodoble), "Viajera del Río" (Vals).
Referencias

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Carrión, F. (2000). Desarrollo cultural y gestión en centros históricos, Flacso, Ecuador, pp 280

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Del Corral, M. (2004). Diálogo sobre Turismo, Diversidad Cultural y Desarrollo Sostenible, editado por el Instituto de Turismo Responsable Cataluña, pp 418

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Publicaciones en Línea

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Normas de Quito (1967), ICOMOS, disponible enhttp://www.planmaestro.ohc.cu/recursos/papel/cartas/1967-quito.pdf









1 Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG) 




viernes, 24 de febrero de 2017

LA ARCADIA MUSICAL DE ANGOSTURA. EL ARCANO MAYOR IVO FARFÁN. ENTREVISTA.



Adonai, Salloum Bitar
México, febrero de 2017.

    La distancia entre nosotros fue certera como una flecha en el tiempo. El instante predomina sobre la simple reiteración de la imagen y la frugal repetición de los gestos virtuales. Las palabras convertidas en un acto de fe y despojo, a ras del suelo y refugio de las cuantificaciones inútiles en el lenguaje poblado de imágenes asiduas de la cotidianeidad. Nuestro pan de cada día. Lo que sucede intempestivamente, o significa azarosamente se cuela a la distancia, a pesar de los débiles efectos por contrarrestarla, la Arcadia Musical de Angostura celebra un aniversario más de existencia contra los demonios de la intolerancia, a pesar de la servidumbre de oídos sordos llena de acciones ejecutadas sumariamente por omisión de propósitos y despropósitos en contra.

El arcano mayor pone las cartas sobre la mesa… Son más de veinte años.

La lluvia  intermitente brinda un refugio invisible en el valle de México. El frío dicta las órdenes como un patriarca venerable en pleno invierno, inmutable e implacable  recrudece la órbita Tierra bañada por una atmósfera herida frontalmente desde el aire por la luz dispersa en racimos ultravioletas fulminantes, y ráfagas hirientes desde el cielo se esparcen sobre la ciudad como un virus letal horadando la piel del tiempo con el tono gris pletórico de gases innombrables e irrespirables.

Lo mejor es salir a la calle lo menos posible. Quedarse en casa…La contaminación es extremadamente peligrosa. Hay contingencia ambiental y mala calidad del aire.

La metáfora cumple al pie de la letra lo que exige la realidad, y exime de culpa a cuanto nos rodea y no hemos sabido valorar en toda su dimensión; la profunda conexión emocional y psíquica que posee la música con nuestro ciclo vital, tan absurda y esencial como la naturaleza que hemos convertido en una panacea universal de nuestras limitaciones y justificaciones, y la condena  ex profeso con la que hemos aclimatado nuestra mísera existencia. El jubileo natural de ser y estar en el enigma a un tiempo, por más rápida y decadente que sea nuestra efímera existencia, vuelve a lo eficaz o injustificable para aceptar las cosas como son. O, quizás, en el devenir, tangencialmente cómo no tienen que ser. Es cosa de ver más allá de lo visible…

Una digresión aparte.  Las coordenadas geográficas reales e imaginarias sostienen a duras penas, una lección de  vida. Tu pasaporte a la vista, o tu visado de eternidad hacia dónde. De qué sirve decir de dónde eres… Siempre es bueno hablar de lo que tenemos por delante, encomendarse en el viaje sin ataduras, libres de asumir nuestra vida con todas las implicaciones que tiene, sea cual sea el lugar donde naces., y quizás, en término plausible, en el tiempo saber verdaderamente hacia dónde vamos.

Llega el aire frío e hiriente de la ciudad…Los coletazos del invierno pronto a apagarse en el hemisferio Norte, intensifica la gravedad de la luz sobre el ocaso que cabalga lentamente en las tibias y cálidas aguas providenciales que vienen. Se acerca la primavera.

La región más transparente del aire, vista por el sabio alemán Humboldt, me trasladó  como una fiera a las tierras ignotas y desconocidas de México, y sentí, el doble efecto mortal con las manos desplegadas en el tablero mutante, el aire transparente y seco, y el fino olfato en el fondo lacustre del valle de México plagado de ríos y laberintos que desaparecieron para siempre.

En las tierras del Nuevo Mundo, Humboldt constató como nadie la suerte y la desgracia propia y ajena. De esto, hace ya, más de dos siglos.  

No sé qué razón y de que lejana frontera llegó Humboldt como invitado especial a esta sobremesa. Le abro la puerta con la más absoluta perplejidad y emoción de haberlo encontrado de nuevo.

Hay un desafío frontal y directo. El esplendor de México visto por el sabio alemán devino con el tiempo en una dictadura de imágenes imprecisas, (La región más transparente del aire) y ahora, inexistentes. Las palabras utilizadas convencionalmente no dicen nada de lo quieren expresar, se han vuelto una pesadilla inexplicable en el lenguaje. Una cacofonía universal. El valle de antes  como lo soñé en peldaños y fronteras de un laberinto personal y colectivo limitado hoy por las sombras de la destrucción, arrastra la ciudad más grande del mundo, vencida como un elefante blanco. alarga su sombra a la región más  transparente del nihilismo, en el ombligo escéptico ensordecedor y sinóptico de la Luna. De su desplante y misterio.

El viaje de Humboldt dejó numerosas huellas de las batallas existenciales y desiguales en el continente.  En plena efervescencia revolucionaria. La victoria de una batalla interminable.  Lo  que José Emilio Pacheco llamó, nostálgicamente, “Las batallas en el desierto”. Convencidos de la guerra a muerte librada contra el dominio español, y lograda la independencia tan ansiada,  al día siguiente,  ya habíamos condenado sus logros inalcanzables, su metafísica,  las heridas que no cicatrizaron jamás abiertas por la raza, la esclavitud, la religión, las costumbres, la historia fundamental, lo que daría forma a nuestro árbol genealógico por derecho propio que no alcanza a completar su obra en el tiempo.

Seguimos careciendo de identidad sobre lo básico. Negando lo esencial. Las leyendas forman parte de ella. Negra o dorada, el crisol de una cultura imposible de sostener con los pies en la tierra. El delirio forma parte de nuestra historia y de nuestra cultura.

En otra latitud geográfica inconmensurable, Humboldt encuentra un asidero real a modo con la compañía de Bompland, otro noctámbulo del paraíso perdido  explorado por ellos.  El viaje por el Oriente de Venezuela, navegando los raudales de bosque y selva en el gran laberinto cósmico  del río Orinoco, surcando las venas de sus afluentes  llegan a la ciudad de Angostura en 1800. Toca fondo su vida. Recobra la salud perdida. Es un paisaje único y crepuscular que conmueve, y se alza con vigor la enorme belleza de una ciudad asentada sobre la ribera más angosta del río padre, el río de las estrellas de Andrés Eloy Blanco, el soberbio Orinoco de Jules Verne.  

Vivían, en ese tiempo, algo más o menos que cuatro mil almas…

Tres veces fundada,  esa ciudad portátil, fue asediada hace un mes por la violencia y el saqueo.  Un hecho despreciable y sumamente vergonzoso…

Las ruinas de la ciudad de Angostura se sienten en carne propia, se observan las cicatrices a plena luz del día,  las heridas abiertas, y en la oscuridad, en las sombras pasajeras del viento se ven las ruinas de calles enteras y casas derrumbadas que nadie habita.  Una absoluta desolación la rodea. Es una ciudad fantasma. Angostura, nuestra ciudad, es una metáfora abierta para el exilio propio y el ajeno. Viejas casonas son testigo dantesco de cuanto puede descubrirse en ella, si equivale al infierno mismo o lo más próximo a él, destilando el don Amargo y solaz del intento de cambiarla y mudarla cuantas veces se pueda sobre la espalda del veloz Aquiles y la caparazón de una tortuga invisible. Enmudece. Se contempla noctámbulo el vasto horizonte  asistido de una enorme cadencia por no sucumbir a la barbarie y la violencia descarnada, ejercida con toda saña, aberración y desprecio por los habitantes y gobernantes de turno.

Ha habido excepciones, pocas, pero las ha habido. Queda el vacío de siempre…Lo que pudimos hacer y no hicimos, y lo que dejamos de hacer pero no pudimos.

El inventario de la destrucción es cuantioso. El embalse natural que la rodeaba, el antiguo malecón ya no existe, es cosa intemporal del pasado. El nombre sigue siendo lo de menos (paseo Falcón, paseo del Orinoco). Pasará a ser con el resto de las ruinas de la ciudad, un santuario y un recuerdo vago e inútil que tuvo la misma suerte que la famosa “Laja de la zapoara” dinamitada de la mano del llamado “progreso” cuando se construyó el puente colgante sobre el río Orinoco (1962-1967). La ingenuidad permite la mayor de las desgracias. La arquitectura y la belleza del paisaje circular, que data de hace 3,5000 millones de años, fue destruida de tajo y arrasado el entorno natural del macizo guayanés sin otra conveniencia y explicación que la forma fácil de hacer las cosas mal hechas por bien hechas. El vulgo resistía el cuento de nunca acabar. El leguleyo de siempre.

Un desafío a este atropello: La majestuosa fuente de piedra que la rodea, en medio de las aguas turbias y arenosas del Orinoco, el “orinocómetro” de Humboldt es  testigo fiel de la depredación inmisericorde que se ha hecho costumbre contra ella, y los intentos soeces de amedrentarla y destruirla. El malecón, a las orillas del Orinoco, lugar de ensoñación y fuente de inspiración de poetas y juglares fue sustituido por esa mole de concreto que amuralla la ciudad, la asfixia desde adentro hacia afuera, aparentando estar a salvo de una amenaza inexistente, de las embestidas del río que inundó la ciudad por única vez en el año de 1943. El cielo de Angostura sigue siendo consecuente con la gran belleza que la rodea.  Ya, en el extremo de lo absurdo, la destrucción de las riquezas naturales (El Arco Minero de la destrucción) sigue dictando implacablemente las órdenes criminales, el mismo camino apodíctico y desventurado con el epitafio de una ciudad marcada por la tragedia:

“Sálvese quien pueda”.  Fusilen de nuevo al general Piar…

Una ciudad dibujada en la cartografía de una catástrofe anunciada, y el aire viciado de la fatalidad y la tragedia que la envuelve en el manto de la complicidad y sospecha, embargada por todos los saqueos y la destrucción a la que ha sido sometida a lo largo de su historia, hasta el presente. La villanía total..

La ciudad fue victima del pillaje de  sus propios ciudadanos en diciembre pasado. Cosa difícil de creer, de esos “ciudadanos”  inexistentes, ricos y pobres diablos convertidos en esa turba ciega auspiciada por la necesidad, la superstición, el engaño y el interés sobre la riqueza ajena. La misma rapiña con que corsarios, piratas y trúhanes ingleses, holandeses lo hicieron en el siglo XVI y XVII, durante  el largo dominio español, incluyendo al famoso Walter Raleigh.

La emoción es una vivencia compartida…Esa misma emoción que hace vivir a dos tiempos una sola vida. O sobrevivir a ella.

Salieron a relucir los amigos en común. Un breve paréntesis para escapar de la bíblica fuente en la que todos ellos; poetas, cuentistas, novelistas y músicos han cantado a coro o con su propia voz el calor providencial de la vieja y hermosa Angostura. Hay cierta monotonía en el ambiente…El fondo telúrico  de la Tierra envuelto en el manto de las grandes aguas del océano abierto  en sutiles espigas, donde el Orinoco vierte sus aguas fecundas e infinitas abordando el compás de las grandes corrientes oceánicas y marinas  que liberan su caudal en el Atlántico.

Se ve su lejano resplandor…El preámbulo eficaz con que mantiene su raudal y convence a propios y extraños de su absoluta balanza en el reino de la creación. Su innegable grandeza.

Ivo, distiende la conversación y coloca, sobre la balanza, la memoria de esa rara progenie de hombres y mujeres guayaneses formados en la adversidad, muchos de ellos inmigrantes y provenientes de los rincones más apartados de la Tierra.

Ivo lleva al extremo una parte de esa historia viva, su padre Ivo Panice  era de origen italiano, con la rara excepción que confirma la regla no escrita de un hombre  entregado por completo a sus  convicciones.  

Ha acumulado una larga experiencia de veinte años con la misma pasión y profundidad que otros campos laterales (libertad y dominio) que ha demostrado en la música; en el ensayo breve y conciso, la poesía y el cuento y alguna que otra obra teatral escrita y musicalizada por él. Gran parte de su obra permanece inédita en espera de ser publicada.  Los volúmenes siguen en lista de espera:  Pero, ha avanzado un buen trecho del camino.

De lo publicado destaca: un decálogo de la música regional, diez ensayos sobre la pluralidad y la riqueza musical de Guayana.  Alejandro Vargas, el laberinto musical de la región, Antonio Lauro, Fitzy Miranda, la biografía novelada de Félix Mejías, el príncipe de los valses entre otros.

La conversación va más allá del límite de lo posible, sin más preámbulo y testigos que la virtud de haber elegido bien el momento.  

¡Ni hubiera sido posible en otra circunstancia! No lo imagino.

No encontré con precisión la voz que descifrara los gestos, hundido en la virtualidad, sólo sentí el golpe seco e hiriente del teclado haciendo de las suyas, espontáneamente sometido al azar de las circunstancias, o premeditadamente haciendo de las suyas. Transformando palabras incorregibles con el sobresalto  de una conversación escrita que fue testigo fiel y muda de esta quiromancia de las palabras.

Esa fue nuestra única y mejor defensa ante el atropello virtual de las letras y las palabras promulgadas por el dictamen azaroso de las circunstancias.  La magia que hace falta se hizo presente.

Baraja las cartas…

El  diálogo con Ivo Farfán: su encuentro y desencuentro con la vida, sus afinidades y gustos literarios por igual las virtudes que la vida dicta con igual franqueza por las circunstancias adversas que enfrenta, los logros y fracasos personales. Hay cierta flaqueza en sus palabras “Hace dos años que no se hace el Festival Internacional de Jazz del Orinoco”.  Faltan los apoyos y los recursos. Miro la corpulencia que sostiene un cuerpo frágil lleno de sentimientos y afectos encontrados. Lo he visto llorar y reír convencido de que la “vaina está jodida”. La frente amplia descansa sobre el rostro, y el efecto teatral de la situación, la luz  extrapola la sombra a una visión largamente acariciada como un gato maullando en la oscuridad de la noche, Hamlet en las fronteras del abismo para recordar cómo ha sido su vida, el pasado y el presente de la memoria sin maquillaje ni poses artificiales, calibrando sus mejores y peores momentos. El Ivo de siempre. El que conozco. Encandilado por los deberes.

¡Hay que hacer algo!

Apunta lo esencial…

La música es un estado excepcional del espíritu donde reina la más absoluta libertad en la creación. Lo que había soñado como niño y adolescente  sigue prevaleciendo en ese lenguaje universal y secreto de la música. Su más intima conexión personal.

De aspecto sencillo y humilde trasciende por su luminosa verdad.

El Jazz ha sido su pasión esencial. Es su arma secreta para crear la correspondencia íntima entre el ser y la conciencia plenamente, con el lenguaje universal de la música. Sin estridencias, sostiene: Se trata de una música más allá de toda lógica y explicación pero que eleva el alma—--“Ya lo probé con un tema mío llamado Makiritare. Y otras composiciones; Manac Kru, y otras variantes jazzísticas como Puerto Bhlom, Calipseros, Catalina Yanes”…

Redunda en ello, cita al filósofo indio Osho “La creatividad no se enseña... es verdad…el virtuosismo es el resultado de la búsqueda y constancia…el training.”

El jazz luminoso y estridente, la consagración de los espíritus, el don de la intuición con  el  fuego  encendido de la improvisación sobre el pentagrama musical de esa tierra universal que pertenece a los músicos como Ivo, o de la tierra que lo vio nacer, providencial y mágica de Guayana donde ha vivido y escrito casi toda su obra. Es lo mismo. Ivo pertenece a la estirpe de los músicos guayaneses que han cantado con voz única y excepcional en el panorama musical venezolano. Claro está, cantando con la guitarra.

Ha hecho escuela en esta tierra con la fecundidad del sonido y la furia desenfrenada del Jazz.

El Festival internacional de Jazz del Orinoco puede considerarse como algo excepcional  en el panorama musical venezolano. Por más de 20 años, ha resistido con valentía la apoplejía y la parálisis de los medios culturales convencionales.

La apuesta de Ivo ha sido contraria a lo que tradicionalmente se hace con la llamada música y cultura “popular”. Desvirtuándola las más de las veces, o las manifestaciones  artísticas y culturales de otra índole de la región que difícilmente alcanzan el semblante original de lo clásico para reconciliarse con la forma de ser, con las raíces que conforman esa plenitud esencial de la musical universal. No la simple manipulación de ella. Las raíces de esta identidad son muchas y diversas, y especialmente, ocurre en todos los ámbitos, incluyendo el Jazz y cualquier otra música de género distinta.. No reniega de ello. Al contrario, absorbe y se nutre de todas las corrientes musicales incluyendo la música popular, la música clásica y los ritmos desenfrenados del rock, el blues cadencioso y nostálgico, el acompasado fluir del bossa nova, de las composiciones narrativas, de tantos y tan renovados ritmos que difícilmente se puede hablar con pureza y determinación de los resultados.  

El talentoso y brillante Duke Ellington, decía, no importa cómo se llame el Jazz lo que importa es la música que lleva dentro.

Iconoclasta convencido de lo que hace, Ivo conserva la visión y la firme convicción de enfrentar con toda su fuerza esa desidia cultural plagada de rencores y envidia de mensajes excesivamente hostiles y provincianos en contra. Ha sostenido contra viento y marea, el Festival de Jazz del Orinoco por largos veinte años, desde sus inicios en 1990. Ha sido una victoria ejemplar contra la marea tradicional y tradicionalista de la música regional.

Acepta como un hecho común lo que simplemente es una verdad trascendente.

El festival Internacional de Jazz del Orinoco ha demostrado, a pesar de todas las dificultades y adversidades enfrentadas, su innegable pureza. La ciudad de Angostura tendrá los mejores escenarios musicales, y especialmente, los espacios dedicados a la música popular, los ensambles musicales de la región, la música coral así como el aporte jazzístico y de otros géneros musicales que conviven en la región. La diversidad musical de la región es aplastante, y la riqueza de ella, ejemplar.

Otro hecho notable…

La bóveda musical que rodea el espacio exterior de la ciudad de Angostura la hace excepcional y única en el mundo.  Es otra razón de peso. El mejor testigo son los crepúsculos ondulantes que descienden de las tinieblas brotantes con el agua brillante del cielo lleno de luz y misterio. 

Los crepúsculos son obra excepcional y milagrosa de la creación del universo. Inigualables en la región. Esa misma emoción que sentimos al escuchar la música, donde sucede lo inverosímil al igual que simultáneamente lo creíble y espontáneo de la ejecución de un paisaje cadencioso y noctámbulo, delirante armonioso y creativo que solo los maestros pueden contemplar. La música es un estadio superior de la conciencia.   

Resumo parte de la conversación…

La cosecha es notable. Los nombres de los músicos varían de acuerdo a las circunstancias, pero son largos veinte años que ha acumulado un  saber musical excelso. Una experiencia única en Venezuela. tal vez, lo sea en el continente. Bandas notables han interpretado obras magistrales del jazz contemporáneo y expresado el quehacer jazzístico en Venezuela desde 1990. Los que han trascendido por su propio talento no tienen complejos personales con las fronteras geográficas, y han emigrado a otros países en busca de nuevas oportunidades. El caso notable del talentoso Leopoldo Osio. El efecto es notable. El Festival de Jazz es un espacio abierto para músicos y compositores de la talla de Aldemaro Romero,  Konstantin Kliastorny, Leo Quintero y Silvano Monasterio, además de Gerry Weil y Víctor Cuica que siempre ha sido la figura emblemática del Festival…Las diversas tendencias musicales obedecen más al gusto y al placer estético del momento. Sin redundancias técnicas y ejemplares. El virtuosismo es un don creativo y no una simple repetición de la técnica aprendida. Representa algo portentoso y excepcional en la ciudad de Angostura. Ivo es una parte de la memoria y de la historia musical viva de ella.

Cree fielmente en la música como una forma especial y privilegiada de ver y compartir la vida. De comunicar los sentimientos. Quizás, representa y sea su valor esencial. El valor fundamental de haber hecho posible lo imposible con los más grandes compositores clásicos y exponentes del Jazz contemporáneo en Venezuela y en el mundo. Dos décadas de experiencia son una prueba fehaciente de lo que se ha logrado, la importancia que tuvo y tiene el Festival de Jazz del Orinoco y la necesidad de seguir haciéndolo, a viva voz en el mejor de los escenarios posibles: a orillas del Orinoco: en la caparazón musical del espacio abierto y exterior que lo envuelve como un prodigio natural y único en el mundo.

Habla con fruición del pasado, cuando escuchó por vez primera  la obra del guitarrista británico, John McLaughlin, Extrapolation. Era un adolescente que rasgaba las cuerdas de la imaginación por entender esa música desenfrenada e incomprensible para él.  Magistralmente ejecutada por el músico británico

-No entendí nada mi pana-. Revira Ivo…Tenía 12 o 13 años.-Esa vaina me dejó pasmado.-No entendí nada pero me gustó arrechamente.

Sin embargo, la intuición con el tiempo abre el camino hacia cuanto la rodea y la hace fecunda. Hay un zumbido de una abeja en el aire. Interrumpe,  por un momento, la conversación… Al final, se desploma lentamente como una caja vacía la línea telefónica.

Quedamos atrapados  en el  suspenso de la sospecha… Esperamos segundos para reanudar  la conversación, en ese momento fluida y cadenciosa de los recuerdos como si estuviera de nuestra parte vencer las dificultades, sin mayor esfuerzo,  que el que  brinda generosamente el tiempo incrustado en el azar virtuoso de las posibilidades.

Fue un silencio benéfico y una pausa necesaria para narrar en primera persona su aventura musical.

¿Cuándo y cómo comenzó Ivo? Los primeros recuerdos musicales los conserva de la voz de su abuela cantando canciones de Alejandro Vargas. El mismo halo musical con que su madre, doña Catalina Farfán de noventa fructíferos años, siguió cantando a lo largo de su vida, por décadas, sin sospechar que, Ivo, seguiría el camino de la música y de las artes que están conectadas entre sí. Especialmente, la poesía y la literatura.

La misma liberación interior que produce la música le lleva de la mano hacia otros territorios afines como un pasajero anónimo recién salido del asombro y la perplejidad, listo para emprender  el viaje y contemplar otras fronteras imaginarias cercanas a la inspiración. Entre sus obras principales, inéditas algunas de ellas, (Las Parrandas de Angostura, cuadernos No. 3 y 4 de músicos guayaneses,, Jazz Guitar Licks, y de poesía, Lugar de hechiceros) figuran las del género del ensayo sincopado, vuelto sobre la ficción novelada, el atrayente mundo musical de Guayana como escenario de un pentagrama musical original y auténtico recopilando canciones y notaciones sobre compositores guayaneses. Su aporte ha sido valiosísimo. El género biográfico convive de forma real y transparente con el ejercicio personal de reconstruir las voces vernáculas y plurales de una región inmersa en la glosa musical del universo.  En ella, hay una gran fuente de imaginación e inspiración. Ha habido, y los hay, extraordinarios  músicos y compositores. La Arcadia musical de Angostura es infinita, e Ivo Farfán es el arcano mayor de la música, el maestro de maestros.

Las canciones fluyen en el tiempo a contracorriente de las modas imperantes glosadas por la mediocridad, y permanecen imborrables en el imaginario colectivo. En la más pura sensualidad. Todos hemos soñado con la Viajera del río de Alejandro Vargas, la voz brillante y profunda del amor que permanece vigilante en la memoria visual y sonora, invocando la aurora y el plagio del viento, su lejano furor, su apacible indiferencia, composiciones rítmicas cercanas a la plenitud del dominio universal de la técnica, sobre todo, las obras escritas por el maestro Antonio Lauro y sus heterónomas piezas y composiciones para guitarra.

La música produce un estado excepcional y único, y blinda la conexión psíquica y emocional con el universo, y reproduce la misma sensación en el espacio cuando se expande sobre la tierra el silencio creativo de la imaginación. Hace una pausa…Recupera el ritmo…Habla con vehemencia del libro de Aldous Huxley, (1894-1963), Música en la noche. Recomienda su lectura…

La respiración contenida lleva el equilibrio del cuerpo a otras fronteras de la percepción y de la creatividad, pulsa el ritmo cadencioso y vertiginoso del jazz hacia el espacio reflexivo de la improvisación donde trasciende la esencia musical del jazz, la estructura que reúne el acto musical más allá de su vana ejecución y repetición. No sólo la cadencia interminable y natural del sonido, el ritmo embriagante del perfume que lo envuelve, los colores y matices de la armonía, y la no menos intangible ilusión en el acto  del virtuosismo.  Todo a un mismo tiempo.

Reitera algo esencial: la maestría en la ejecución se logra por medios distintos. Es una fusión de todos esos elementos. Se siente la energía creativa a su alrededor, el talento musical acumulado, la invocación de un ritual ancestral,
la expansión de los sentidos cuando el tacto libera la potencia creativa contenida en la escala musical, y hace invisible, mágicamente, el sonido  que emana del universo de la armonía, la improvisación y el ritmo para fundirse en un sólo acto. Y la libertad plena para sostenerlo en el tiempo.

Ivo es un maestro de la guitarra. Lo he visto tocar con la técnica depurada por años de estudio y dedicación. El estilo permite corroborar lo esencial. Conoce todas las facetas, los ritmos y estilos, lo necesario para tocar asiduamente fuera de la rutina convencional.  Su estilo me recuerda al de Joe Pass. Es un elogio que, él, el maestro Ivo no acepta a ciegas. Sabe de lo que estamos hablando.

Hace una pausa sobre el tablero, y siente la misma ansiedad que sentimos cuando no encontramos las palabras adecuadas para expresar los sentimientos. La música logra el efecto deseado. El Jazz fluye naturalmente.

El ordenador sediento de sangre impide dar el siguiente paso. El laberinto de las palabras queda atrapado en el vacío de las posibilidades negadas, y aduce el resplandor de la pregunta que falta, o una capacidad de respuesta que llega tarde. El segundo acto melodramático de la tarde, traduce, sin ambages, el acto reflejo de la duda generosa o la incertidumbre de las razones de este diálogo que vivimos a diario.

No hay tregua posible…

Ello no impide que sigamos el orden de los tonos policromáticos de la tarde, la huella imborrable de la presencia de Humboldt y de su luminosa sabiduría, y de los colores fugaces cansados de un paisaje nostálgico y monótono.  

Fue una conversación improvisada y espontánea que tuvo como escenario la vieja Angostura. El diálogo franco, abierto y virtual contagiado de la amistad y la presencia de Ivo. Salvo la distancia, entre México y Venezuela, no hubo mayor dilación que la extrapolación en el tiempo. En la música y en el Jazz sigue prevaleciendo lo esencial. ¡No sé si vendrán mejores tiempos de los que vivimos ahora! Queda flotando en al aire. Prevalece una sensación común compartida, invocando un ritual tan antiguo con la misma libertad con que se explora el universo, con la música que está por escribirse, que habita en él, en nosotros escuchándola y sintiendo el ritmo en carne propia, en su propia experiencia vital, literalmente, soñando.

Las palabras quedan reunidas en un ámbito particular donde la música desvanece cualquier sentimiento antagónico, y despeja cualquier duda acerca  del Jazz, de su innegable vitalidad en el tiempo.

Una voluntad creativa sigue siendo la mejor herramienta, lo esencial. El sentimiento y la audacia con la experiencia vivida de absoluta libertad en la creatividad: Vivir francamente, a plenitud el instante cuando se toca a conciencia el ritmo del Jazz, la improvisación por dentro y por fuera, y dejar que fluya naturalmente la música como el río de la vida hasta encontrar el verdadero camino de la iluminación y el éxtasis. Haciendo lo de siempre, lo que sabe hacer el maestro Ivo como nadie, tocando hasta el límite de lo imposible como un gato maullando los últimos acordes de la noche.